Se estima que la prevalencia del dolor crónico en Europa es alta. Alrededor de un 20% de europeos presentan dolor crónico que provoca una importante disminución de la calidad de vida.
En el año 2006, Breivik y sus colaboradores realizaron una encuesta en 16 países europeos. Preguntaron por el dolor y aspectos relacionados como depresión o afectación de la calidad de vida. Aunque hubo diferencias significativas entre países, tanto en la participación como con los resultados, una gran proporción de europeos sufre de dolor crónico. Se pasó una primera encuesta en la que se preguntaba por diversos aspectos del dolor y datos demográficos. El 19% de participantes reportaron dolor de más de 6 meses de duración, haber tenido dolor durante el último mes y al menos 2 episodios en la última semana. A este grupo se le pasó una segunda encuesta en la que se abordaron más aspectos del dolor y la afectación de la calidad de vida del paciente.
De ellos, el 34% catalogó el dolor como severo, el resto como moderado. Aproximadamente la mitad presentaba dolor constante y un 21% de sujetos refirió estar diagnosticado de depresión.
Implicaciones
En la mayoría de los casos, el dolor afecta a la capacidad de realizar trabajo. En un 19% llevó a los participantes a perderlo y otro 13% se vio obligado a cambiar de actividad. Además, el dolor afecta también la capacidad de relacionarse con amigos y familiares, conducir, mantener una vida independiente o mantener relaciones sexuales en aproximadamente un 40% de los casos. En mayor medida se afecta la capacidad para caminar, levantar pesos, realizar ejercicio y dormir. Por tanto, el dolor condiciona la vida de quién lo padece y su entorno. Estos aspectos deberían al menos explorarse durante el tratamiento, porque muchos de ellos condicionan también el pronóstico.
El dolor lumbar es la principal causa de años vividos con discapacidad, mientras que el dolor cervical se sitúa como la cuarta causa y otras alteraciones musculoesqueléticas se sitúan en sexto lugar, las caídas entran en el top 10 y la osteoartritis se queda a las puertas. La depresión, es la segunda y en un porcentaje de casos puede ser secundaria a un dolor, cuando no relacionarse con una mayor probabilidad de desarrollarlo. En noveno lugar aparece también la diabetes.
Datos en España
Los datos en España son congruentes con los europeos. Según los estudios ITACA y de Català y colaboradores, la prevalencia se sitúa en alrededor del 23,4% y es la principal causa de visita al personal sanitario. El dolor más habitual es el dolor lumbar, afecta principalmente a personas de edad avanzada (entre 55 y 70 años) y es más prevalente en mujeres que hombres. También afecta en gran medida la calidad de vida de quien lo padece.
Conclusión
Después de revisar los datos es evidente que el dolor crónico es un problema de primer nivel, tanto para el paciente, su entorno más inmediato y para la sociedad por los elevados costes que implica. La fisioterapia es una opción terapéutica eficaz para el tratamiento de del dolor y de muchas de estas patologías asociadas. En Moviment i Salut trabajamos con pacientes con dolores crónicos. Tenemos una perspectiva amplia y desarrollamos un programa de tratamiento adaptado a las necesidades del paciente.