El síndrome de doble atrapamiento está en entredicho

El síndrome de doble atrapamiento o double crush syndrome fue descrito en 1973 por Upton y McComas1. Observaron que la mayoría de pacientes con síndrome del túnel del carpo presentaban también evidencia electrofisiológica de una lesión en el nervio en la zona cervical y, en consecuencia pensaron que un atrapamiento del nervio a nivel proximal lo predispone a un atrapamiento posterior a nivel distal. La situación contraria también se ha descrito, pasándose a llamar síndrome de doble atrapamiento invertido.

Desde que dicho síndrome fue descrito han pasado más de 40 años durante los que el conocimiento acerca de la fisiología y fisiopatología del nervio y del dolor han sufrido un auténtico vuelco. Recientemente, Annina Schmid y Michel Coppieters quisieron saber cuál es la percepción actual de este síndrome acerca de su existencia. Para ello realizaron una encuesta online<sup>2</sup> a diferentes profesionales cuyos resultados mostraron que la gran mayoría (85%) de fisioterapeutas, la mitad de cirujanos de mano y sólo un 24% de neurologos están de acuerdo en su existencia. Un año después, los mismos autores<sup>3</sup>, realizaron una encuesta tipo delphy entre expertos en alteraciones del nervio periférico para determinar en qué grado estaban de acuerdo en cuanto a que la alteración del nervio puede predisponerlo a una nueva afectación y los mecanismos más plausibles que permitan explicarlo.

La mayoría de expertos (59%) estuvieron de acuerdo en su existencia, mientras que un 29% no lo estuvieron. Sin embargo, sí hubo más acuerdo en cuanto a los mecanismos predisponentes, siendo el bloqueo del transporte axonal, una sobre o infrarregulación de los canales iónicos, la inflamación del ganglio de la raíz dorsal y la existencia de un neuroma en continuidad los más plausibles. Otros que probablemente contribuyan son, entre otros, una sensibilización central, factores cognitivos o la inflamación de la médula espinal o del nervio periférico. También entró en esta categoría la biomecánica alterada del nervio, mecanismo sobre el que sustentó casi en exclusiva el síndrome de doble atrapamiento durante muchos años y que actualmente cobra mucha menos importancia. En otra categoría se incluyeron factores predisponentes a la aparición de múltiples desórdenes nerviosos: factores sistémicos, medicación neurotóxica, edad avanzada o estilos de vida no adecuados pueden provocar estas alteraciones en ausencia de un atrapamiento previo.

Los sistemas de transporte axonal para el nervio periférico y la raíz nerviosa parecen ser distintos según este mismo estudio, por lo que la relación entre este posible mecanismo y el síndrome de doble atrapamiento no está clara. Por otra parte, la mayoría de los otros mecanismos plausibles o al menos probables hacen referencia a un estado de funcionamiento alterado del sistema nervioso (sensibilización central, inflamación del ganglio de la raíz dorsal, médula espinal y nervio periférico) relacionado con un descenso en el umbral de activación tanto a nivel periférico como central. Por otra parte, el gran sufrimiento perpetuado en el tiempo asociado a una radiculopatía (se considera que el 25% de ellas continuan mejorando a los 5 años, durante los cuales el paciente puede presentar síntomas) predispone al paciente a prestar más atención a síntomas similares, con lo que se podría explicar el factor cognitivo. Los factores sistémicos también podrían ayudar a explicar la presencia de esta alteración a diferentes niveles. Por último, la pérdida de importancia del factor biomecánico acabaría, bajo mi punto de vista, de poner en duda el razonamiento clásico subyacente al síndrome de doble atrapamiento.

En este contexto, el hecho de que el 85% de fisioterapeutas crea en el síndrome de doble atrapamiento puede deberse a la importancia desmesurada que se sigue prestando a los factores biomecánicos.

Personalmente, soy de los que no creo en su existencia, aunque lógicamente un nervio puede quedar atrapado en múltiples sitios.

Recuerda: El síndrome de doble atrapamiento está, cuanto menos, en entredicho.

Para saber más:

  1. Upton AR, McComas AJ. The double crush in nerve entrapment syndromes. Lancet. 1973;2(7825):359–62.
  2. Schmid AB, Coppieters MW. Clinician’s opinion on the existence of the double crush syndrome-an online survey. Newsletter of the American Association of Neuromuscular and Electrodiagnostic Medicine 2010;3(4):1e2.
  3. Schmid, Annina B, and M W Coppieters. “The Double Crush Syndrome Revisited – a Delphi Study to Reveal Current Expert Views on Mechanisms Underlying Dual Nerve Disorders.” Manual Therapy 16, no. 6 (December 1, 2011): 557–62. doi:10.1016/j.math.2011.05.005.